de Luis Antonio Sauma Castro

Como sociedad organizada no solo tenemos la posibilidad de participar activamente en la construcción de nuestra ciudad, y particularmente en los espacios públicos, sino incluso la obligación de involucrarnos en la toma de decisiones asumiéndola como parte del bien común.

Para ilustrar de manera más clara la efectividad que se logra estando organizados, podemos citar casos recientes como el de los vecinos del Fraccionamiento Las Américas, que tras verse afectados por las fallas en el suministro de agua potable y no encontrar eco en sus demandas, alzaron la voz y dejaron sentir sus reclamos como comunidad, exponiendo mediáticamente la falta de una respuesta oportuna y generando una presión social que hizo a propios y extraños interesarse en su desenlace. Lo mismo ocurrió en la Colonia Cordemex, que ante la amenaza de deforestar su entorno, los vecinos, de manera enérgica y organizada, obligaron a corregir el diseño en sus espacios públicos. Otro ejemplo es el del Parque “La Plancha”, en donde la comunidad organizada ha despertado el interés colectivo en el desarrollo y planeación de un muy importante espacio público, obligando a la autoridad a incluir a los ciudadanos en espacios de dialogo que permita asegurar su desarrollo sustentable.

Son varios los ejemplos de éxito que han marcado precedente de lo logrado en nuestra capacidad de reaccionar y medianamente en la de actuar con anticipación. Sin embargo, las posibilidades que nos da la coyuntura actual es propicia para trabajar juntos, para construir una comunidad organizada que defina el rumbo que queremos para nuestra ciudad, nuestra comunidad y nuestros espacios públicos.

En este sentido, la Nueva Agenda Urbana busca alentar una mayor participación y destaca entre sus declaraciones lograr generar sentimientos de pertenencia con el objetivo de determinar condiciones de desarrollo, identificar retos y definir medidas para afrontarlos. Esta es una tarea de todos, sin exclusión alguna, pues todos somos corresponsables de nuestros espacios públicos, de lo que ocurra e incluso de lo que nuestras autoridades hagan o dejen de hacer, por eso debemos empoderarnos y asumir nuestro derecho a opinar y participar. Empecemos por conocer y ejercer nuestros derechos y seamos parte de lo que ocurre en nuestra ciudad.