Uno de los parques urbanos más grandes y más antiguos de los Estados Unidos está situado muy cerca de la frontera entre México y nuestro país vecino. Nombrado así en honor del explorador español Vasco Núñez de Balboa, éste majestuoso parque de más de 485 hectáreas existe como reserva desde el año de 1835. Aunque el clima y la vegetación del área no son las mejores para cultivar y crecer una gran variedad de vegetación, El Balboa Park conserva una de las mejores colecciones de árboles y plantas de la zona. Es precisamente por el clima de San Diego que gran parte del parque no está “trabajado” en el tema de la jardinería y el paisajismo como pudiese estar el parque central de Nueva York o el Bosque de Chapultepec en sus secciones I y II. Es entonces que el parque concentra sus principales atracciones en su parte central, donde se encuentra El Prado. El Prado es un extenso “promenade” o corredor que atraviesa el centro del parque y en donde el visitante puede planear su recorrido y visitar una a una las atracciones.
Ya que éste parque es un parque metropolitano o estatal por su escala y tamaño, y considerando que se encuentra entre áreas de lomas y pequeñas montañas, la mejor manera de llegar es en automóvil o en transporte público. El recorrido puede empezar estacionándose junto a una de las principales atracciones del parque y que ésta atracción por si sola le ha ayudado al Balboa Park a adquirir mucha de la fama que tiene: El Zoológico de San Diego. Este imponente parque zoológico tiene bien merecida su fama. Es administrado por una asociación civil y tiene dentro de sus más de 40 hectáreas de extensión una de las colecciones animales más grandes del mundo. Además patrocina equipos de investigación para la preservación de las especies animales en peligro de extinción a través de un extenso programa de reproducción en cautiverio. La mejor manera de conocer el zoológico es subiéndote a uno de sus autobuses de 2 niveles, los cuales cubren un 60% del área total del parque; el recorrido tiene una duración de 35 minutos aproximadamente. También existe la forma de cruzarlo por el cielo a través de un teleférico de más de 1 kilómetro de longitud que se eleva a más de 50 metros de altura. El zoológico es una parada obligada en el Balboa Park y es posible que te lleve al menos medio día recorrerlo.
Caminando hacia el sur al salir del zoológico es donde se encuentran la mayor cantidad de atracciones del parque. Con la primera que uno se puede encontrar es con el trenecito del parque. Más allá de este se extiende El Prado para encontrarnos con la galería de arte y la Villa Española. Cerca de la Villa se puede rentar una bicicleta; siempre es la mejor manera de recorrer un parque urbano o una ciudad. La renta de las bicicletas puede ser por hora, medio día o el día entero. Te pueden dar una cadena con la que tendrás segura la bicicleta para bajarte en cualquier atracción y encadenarla. El Balboa Park es un parque por donde pasan avenidas y calles, los automóviles circula por sus áreas, pero hay ciclovías y los conductores son muy amables y siempre le ceden el paso a los peatones o ciclistas.
Avanzando más hacia el sur se encuentran el Museo de Historia Natural y Los Jardines del Parque Balboa. Las construcciones que componen el recorrido de El Prado son de estilo moro y en ellas se encuentran el Museo del Hombre de San Diego, el Museo de Arte de San Diego, el Museo de Artes Fotográficas, el Instituto de Arte de San Diego, el Museo del Ferrocarril de San Diego, la Sociedad Histórica de San Diego, Ruben H. Fleet Space Theater and Science Center, la reflexión Pond, el edificio de celosía Botánico, la Fuente de Bea Evenson y el Museo de Arte Timken. No te será suficiente un día para visitar el parque.
El Balboa Park no es un Parque-Museo, a pesar de que cuenta con una basta oferta cultural. El parque también tiene instalaciones recreativas y deportivas, el club de tenis de San Diego, el velódromo, 2 campos de golf, dos parques para mascotas, juegos infantiles y extensas áreas para hacer pic-nic y pasar un rato con la familia. Este parque es una prueba más de la visión urbana sobre el espacio público. Privilegiar más de 485 hectáreas a través de la historia y haberlas conservado intactas como uno de los parques urbanos más importantes de Estados Unidos es un premio para San Diego. Sin duda alguna el Balboa Park genera innumerables beneficios económicos, en turismo, ambientales y sociales.